03 febrero 2012

La realidad desvelada



 Fotos: Julius-Revolution

Existen tantas realidades como observadores de un acontecimiento ya que lo que nosotros llamamos realidad no es más que una mera ilusión proyectiva de nuestra mente y de nuestros limitados sentidos de forma que la única verdad absoluta es que no existe ninguna realidad absoluta.

Recientes descubrimientos de la física demuestran que la realidad está inextricablemente ligada a la naturaleza de la conciencia humana, y que la creencia en que existe una única realidad verdadera ha dejado de tener validez y utilidad para el conocimiento.

La cuestión de ¿Qué es la realidad?, puede darnos respuestas sorprendentes o incluso increíbles, pero pondrá de manifiesto cómo ve el mundo la ciencia contemporánea. 

Así Bohr nos dice: Todo aquel que no queda fuertemente impresionado por la teoría cuántica es porque no la ha entendido. La mecánica cuántica, nos enseña que como individuos no estamos separados del resto del mundo; que el resto del mundo no es algo que permanezca ocioso, por el contrario es un campo de continua creación, de transformación y aniquilamiento y que pueden dar lugar a experiencias extraordinarias cuando son captadas en su totalidad. Einstein nos presenta un mundo donde las medidas pueden contraerse, el tiempo puede acelerarse o desacelerarse y la materia puede desaparecer.

Los objetos cuánticos existen como superposición de posibilidades hasta que nuestra observación produce la realidad a partir de la potencialidad, un evento real, localizado de entre los muchos eventos: pero ¿cómo puede nuestra observación colapsar las ondas de posibilidad?. En lo que llamamos la causación ascendente la conciencia tiene el poder definitivo para crear la realidad, con lo cual la conciencia ya no se ve como un resultado del cerebro, sino como el fundamento de todo ser, en el cual todas las posibilidades materiales incluido el cerebro, están arraigadas. Existe la idea de que el cerebro humano lleva a cabo un proceso cuántico cada vez que se da una observación. El mirar consciente manifiesta el acontecimiento real a partir de todos los posibles acontecimientos.

El universo sin la iluminación de la conciencia, según Einstein, sería un “mero montón de basura” El mundo cuántico es donde el azar es el rasgo fundamental de la existencia y donde la materia puede estar haciendo varias cosas al mismo tiempo. La realidad cuántica colapsa repentinamente para hacer sólo una cosa.

La mecánica cuántica ve a las partículas como una tendencia a existir o una tendencia a ocurrir. Al universo lo trae de alguna manera, a la existencia la participación de los participantes, donde el acto vital es el acto de participación, donde creamos ciertas propiedades porque elegimos medir esas propiedades. La idea es que el universo entero se desdobla en dos o más replicas de sí mismo cada vez que un sistema cuántico es forzado a elegir entre sus posibles estados. La lección de la mecánica cuántica y aún de la física clásica es de qué nada está determinado, nada es cierto, nada es completamente predecible, existen solamente propensiones para que ciertas cosas ocurran. 


Es mejor debatir una cuestión sin llegar a concluirla, que llegar a una conclusión sin debatirla.